domingo, 11 de septiembre de 2011

Frío

Sus manos se enfriaron antes de que llegara el invierno, incluso antes de la llegada del otoño. Al momento supo por qué... Hacía dos días que él se había marchado y la había dejado.
Sus manos ya no encontraban dedos con lo que entrelazarse.
Su corazón ya no encontraba a quién amar y el frío se fue adueñando poco a poco de todo su cuerpo.

Se fue congelando lentamente.


Cuenta la leyenda que la estatua que se encuentra junto al puente es en realidad ella y que se congeló mientras intentaba llegar hasta él.

(Cuentan también que cada primero de septiembre, día en el que la abandonó, se acerca un poco más hacia la orilla contraria, que avanza un paso más hacia él.)

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